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La gracia de Dios

Te has preguntado alguna vez ¿Por qué a mí? ¿Por qué me ama tanto? ¡Después de todo lo que he hecho, me perdonó!!

El amor de Dios es incondicional, realmente no hicimos nada para merecerlo, vivimos una vida sin sentido, hemos cometido muchos errores, pero cuando nos acercamos a él, es maravillosa la transformación que ocurre en el mundo espiritual.

El ocupó nuestro lugar de condenación, nos justificó y nos hizo hijos suyos, una nueva criatura y no por lo que podamos hacer, sino porque él es Justo.

El nos amó a tal punto de entregar a su hijo unigénito, disfruta de esa oportunidad y contagia a otros de esta buena noticia “somos justificados” al acercarnos a él y dejar que haga conforme a su voluntad en nuestras vidas. Juan 3:16